Formar parte de una familia cuyos miembros se caracterizan por la longevidad nos permite conocer de primera fuente anécdotas, acontecimientos, secretos, que de otra manera sería imposible. Soy la menor de cinco hermanos producto del matrimonio de dos seres excepcionales que nos marcaron para siempre.
Él, nació en una hacienda ubicada en el corazón de Guayana, hijo de un próspero hacendado descendiente de alemanes y una linda jovencita de las familias fundadoras de la región. Corrían los años 20 del pasado siglo y su vida transcurría tranquila vislumbrándose un futuro seguro y estable para él y sus cuatro hermanos, mas todo cambió de manera repentina al quedar huérfano a los cuatro años, cuando su madre murió en el parto del sexto hijo a los siete años de casada.
Las tías paternas toman el control y se reparten la crianza de de los cinco niños que crecerán separados, unos con más y otros con menos suerte. Esta circunstancia templó su espíritu y le permitió superar las vicisitudes que la vida le deparaba. Trabajó duro desde sus primeros años, cuando los niños aún juegan y crecen despreocupados; su papá no tuvo la templanza suficiente y poco a poco perdió la fortuna y la salud por lo que quedo huérfano definitivamente en la adolescencia.
Decidido a cambiar su suerte salió del pueblo en busca de las oportunidades que estaba dispuesto a aprovechar. Así llega al estado Falcón, a la Península de Paraguaná, donde el auje de la industria petrolera atrae jóvenes de todo el territorio venezolano. Buenmozo al máximo, parecía un actor de cine; terco, decido a brindarle a los hijos que aún no nacen una vida segura y un futuro estable, trabajó duro, ahorro mucho y conoció a la mujer que le acompañaría el resto de su vida.
Ella, una mujer fuera de época y de lugar, segura decidida, hermosa y con un carácter del que es mejor no hablar. Para entonces corrían los años 40 y las mujeres de la época se quedaban en sus casas esperando al "Príncipe azul" que un día las llevaría al altar, pero ella y sus hermanas provenían de una familia de mujeres decididas entre las que se encuentra hasta una contrabandista. Mujeres que no aceptaban la debilidad ni la traición. De padres separados, toda una extravagancia, fueron de las primeras mujeres que trabajaron en las transnacionales petroleras, con la aprobación y auspicio de la madre y la mirada de callado reproche del padre, ilustre descendiente de franceses.
Es allí en las cálidas tierras de Falcón, que estos dos jóvenes se conocen, se casan y toman camino hacia lo que ella más tarde llamaría !la selva!. Al llegar casados al pueblo fueron realmente el tema de conversación por mucho tiempo, habían roto con los esquemas de la época. Ella manejaba, vestía como modelo de revista y tenía 25 años, a esa edad las mujeres ya tenían los hijos grandes y se quedaban en casa bordando y cocinando, cosa que nunca se le dio bien. Ella no, trabajaba, opinaba y raramente se queda callada.
Tuvo a sus hijos pero nunca se "encerró", el pueblo les quedó chiquito y se mudaron. ayudaron a fundar Ciudad Guayan, él trabajando cada día más mientras la familia crecía, incursionaron brevemente en la política y ella fue electa concejal del 1º concejo Municipal del naciente Municipio Caroní.
Nos educaron y lo hicieron bien, han vivido de manera austera y ahora son dos ancianos que sobrepasa los 80 años largosy tienen 57 años juntos. Él cumplió su sueño: tener de nuevo la finca, no es la misma en la que nació pero la tiene, y aun a su edad trabaja en ella; su mujer ya no trabaja y él se da el gusto dee atenderla, le cocina, le da las medicinas y por fin ella está a tiempo completo en la casa de su pueblo, al que regresaron hace ya tiempo.
En su balance se encuentran 5 hijos, tuvieron 15 nietos y superan poco a poco la pérdida de 1, y 8 biznietos; todos pendientes de ellos y con ellos como referencia.
Hoy cuando aun hay tiempo agradezco a Dios por tenerlos y por ser de ellos. Sólo me queda citar a Ernesto Sabato "cuando fuimos niños aprendimos el comportamiento viendo a los hombres que simplemente cumplian con el deber".
De ellos hijos y nietos adquirimos la afición por la lectura, costumbre que mantienen desde sus años de juventud, que les permitió solventar las carencias de una escasa educación formal y que ahora les proporciona largas horas de entretenimiento.
Quisiera que cuando me toque vivir mis años dorados pueda estar rodeada de personas con los valores y principios sólidos que estos dos seres inculcaron en sus hijos: el valor del trabajo, la honestidad a toda prueba, la responsabilidad, el tesón para conseguir lo que se quiere. Ellos siempre dicen "no hagas daño a nadie y cuida siempre el nombre de tu familia, que será el bien más preciado que dejarás a tus hijos".
Gracias Papahon, Gracias Mamahona.
1 comentario:
Como dijo aquel gran filososfo Gustavo Cerati en el ultimo concierto "GRACIAS TOTALES"
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